domingo, 20 de septiembre de 2009

LEANDRO LLULL (ROSARIO,1983)


El parrillero

Con el humo velando los rostros
mi padre y yo preparamos el domingo.
Entre pitada y pitada su voz suma me indica el cómo.
Puedo y lo hago,cumplo el destino
del papel en la pintura.Él hizo el fuego,
el hizo el viento y el parrillero.

Puesto el ternero de lado
el domingo come de la carne del hijo.Arde,
pierde su sangre,
gime el vapor en la boca del fuego.

Y el papel ardido vuela ominoso,
no quiere ser testigo.

Tampoco yo lo quise.Volé
como aquellos pájaros negros
que se hicieron del viento
y huyeron tras los muros.



El cigarrillo



Del parrillero tomó su punta el fuego
y arde.Atados con humo
en un nudo de humo,sólo la yesca,
la mano alzada,la chispa que traza
la ceniza,el silbo agudo
de la sombra en la niebla.

Con cada pitada
crepitan los días
igual que en mi pecho.

Deflagra mi padre
y fuma.


La luz


Nítida como el sonido metálico
del caño que arma la enredadera
la luz entra al jardín y cae.
Toma mi cabeza,la unge muda
sostiene los muros y refracta en el parrillero.
Todo lo que toca,alza
del suelo,lo anima.
Pero en la sombra que traza en la baldosa
algo se espesa y se hunde.
Por ahí va mi dedo.


de Disonancia del jardín,Editorial Municipal de Rosario,2009

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